¿Por qué desde tan pequeños?
Los niños de 2 años suelen aprender entre 5 y 10 palabras nuevas al día en su idioma nativo, y pueden incorporar entre 2 y 5 en un segundo idioma. Esta cifra puede variar según la riqueza lingüística y la estimulación de su entorno, pero es en esta etapa cuando el cerebro del niño presenta mayor plasticidad y su capacidad de aprendizaje está en plena expansión.
Un aspecto clave de la adquisición temprana es que, al ser tan pequeños, el proceso es mucho más natural y relajado, con menos exigencias y prejuicios que los que enfrentamos al aprender un idioma siendo adultos.
En nuestra Escuela Internacional Valdemarín, al ser un centro bilingüe en Aravaca, integramos el segundo idioma en nuestra rutina y actividades de la manera más natural posible. Esta práctica se alinea perfectamente con nuestra metodología, que se adapta a su ritmo y a su curiosidad por descubrir, explorar y experimentar.
¿Qué beneficios tiene?
Adquirir herramientas para comunicarse
Los niños que aprenden una segunda lengua desde pequeños desarrollan una inteligencia verbal y no verbal más avanzada y temprana. Están más acostumbrados a adaptarse a sus interlocutores, son más observadores y cuentan con más recursos para expresar sus sentimientos, ideas y experiencias.
Desarrollar una mayor confianza en uno mismo
Conocer otro idioma les permite desenvolverse en ambientes multiculturales y cultivar una mentalidad más abierta hacia otras culturas. Al fomentar la naturalidad de hablar desde pequeños, les proporcionamos una base sólida para que se sientan seguros al utilizar el idioma siendo adultos.
Mayor flexibilidad mental
Aprender otro idioma les ofrece la capacidad de adaptarse fácilmente de un registro a otro, desarrollar su creatividad, ser capaces de dar respuestas nuevas y variadas a un problema.
Conciencia por el lenguaje y atención selectiva
El manejo de dos o más lenguas les lleva a prestar más atención a las características que diferencian o asemejan cada una. Este proceso de reconocimiento de sonidos, palabras y estructuras gramaticales se conoce como conciencia metalingüística, y es fundamental para dominar un idioma.
Al introducir un idioma desde pequeños, les estamos ofreciendo un regalo que durará toda la vida.
Estaremos creando una base sólida que forme personas cada vez más tolerantes, seguras de sí mismas, capaces y autónomas, con un abanico de oportunidades estudiantiles, laborales y vitales ante su futuro.
